Botox – Toxina Botulínica Tipo A

Suaviza arrugas y líneas de expresión con resultados naturales y seguros.

Botox es un tratamiento médico-estético no invasivo que relaja los músculos responsables de las arrugas de expresión, logrando una piel más suave, fresca y descansada. Su efecto temporal permite mantener un aspecto natural, preservando la armonía facial y evitando gestos rígidos. Es ideal para prevenir y corregir los signos de envejecimiento sin necesidad de cirugía ni tiempo de recuperación.

Duración
30 minutos
Frecuencia
Cada 180 días
Sin imagen

¿Qué es?

Botox es el nombre comercial de la toxina botulínica tipo A, una proteína purificada utilizada en medicina estética para relajar selectivamente los músculos faciales que causan arrugas dinámicas. Al bloquear temporalmente la transmisión nerviosa en las áreas tratadas, la piel se alisa y recupera un aspecto más juvenil. Este procedimiento se realiza con microinyecciones precisas que actúan de forma localizada y controlada, ofreciendo resultados visibles y naturales desde los primeros días.

¿Cómo funciona?

El especialista aplica pequeñas dosis de toxina botulínica con microinyecciones en puntos estratégicos del rostro, como frente, entrecejo y contorno de ojos. La toxina actúa sobre las terminaciones nerviosas, reduciendo la contracción muscular sin afectar la sensibilidad de la piel. En pocos días, las líneas de expresión se suavizan y el rostro luce más relajado y rejuvenecido. El efecto se consolida progresivamente en una a dos semanas, con una duración promedio de 4 a 6 meses.

¿Para quién es?

Está indicado para hombres y mujeres que desean prevenir o atenuar arrugas dinámicas causadas por gesticulación repetida, como las líneas de la frente, patas de gallo o entrecejo. También es ideal para quienes buscan mejorar la armonía facial sin cirugía, mantener una apariencia natural o prevenir el envejecimiento prematuro. Puede aplicarse desde edades tempranas como tratamiento preventivo o correctivo según la valoración médica.

Cuidados Pre-Tratamiento

Evita consumo de alcohol, aspirinas o antiinflamatorios 24 horas antes.
No realices masajes faciales ni otros procedimientos estéticos el mismo día.
Acude con la piel limpia y sin maquillaje

Cuidados Post-Tratamiento

No recostarse ni hacer ejercicio intenso durante las primeras 4 horas.
Evita frotar o masajear la zona tratada por 24 horas.
No exponerse al calor extremo, saunas o rayos UV durante 48 horas.

¿Qué esperar?

Durante la sesión se realiza una limpieza facial y se marcan los puntos de aplicación. El procedimiento es rápido, mínimamente molesto y no requiere anestesia. Tras las inyecciones, puede aparecer un leve enrojecimiento o pequeñas marcas que desaparecen en pocas horas. Los resultados comienzan a notarse a los 3–5 días, alcanzando su punto máximo a las dos semanas. La expresión facial se mantiene natural, pero con un aspecto más descansado y juvenil.

Mantenimiento

Los efectos del Botox duran entre 4 y 6 meses. Se recomienda repetir el tratamiento cada 5 a 6 meses para mantener los resultados y prevenir la reaparición de arrugas. Con la aplicación regular, los intervalos pueden espaciarse gracias al efecto acumulativo de relajación muscular. El seguimiento médico personalizado asegura una expresión natural y equilibrada en cada sesión.

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