Limpieza Facial Profunda

Renueva tu piel desde la superficie: limpia, purifica y devuelve la frescura natural a tu rostro.

La Limpieza Facial Profunda es un tratamiento esencial para mantener la piel saludable, equilibrada y luminosa. A través de técnicas especializadas y productos dermatológicos, elimina impurezas, células muertas, exceso de grasa y puntos negros, permitiendo que la piel respire y los poros se mantengan libres de obstrucciones. Además de purificar, mejora la textura, estimula la regeneración celular y potencia la absorción de productos activos, logrando un rostro más limpio, suave y revitalizado desde la primera sesión.

Duración
60 minutos
Frecuencia
Cada 30 días
Sin imagen

¿Qué es?

Es un procedimiento estético no invasivo que tiene como objetivo mantener la higiene, el equilibrio y la salud de la piel. Se realiza mediante un protocolo profesional que incluye limpieza superficial, exfoliación, extracción de impurezas, vaporización, tonificación, hidratación profunda y protección solar.
La limpieza facial es ideal tanto para pieles jóvenes como maduras, ya que ayuda a prevenir imperfecciones, controlar el exceso de grasa y mejorar la oxigenación del tejido cutáneo.

¿Cómo funciona?

Durante la sesión, se utilizan productos y equipos dermatológicos adecuados al tipo de piel (seca, mixta, grasa o sensible).
El procedimiento inicia con una limpieza superficial para eliminar maquillaje y residuos ambientales, seguida de una exfoliación y vaporización que abren los poros y facilitan la extracción de comedones o puntos negros.
Posteriormente, se aplican mascarillas calmantes e hidratantes, junto con sueros antioxidantes y cremas específicas, que nutren y equilibran la piel.
Finalmente, se sella el tratamiento con protector solar para resguardar el rostro frente a los rayos UV.
El resultado es una piel más fresca, uniforme y con una sensación inmediata de pureza y bienestar.

¿Para quién es?

Está indicada para hombres y mujeres de todas las edades que deseen mantener su piel limpia, equilibrada y saludable.
Es especialmente recomendable para quienes presentan piel grasa, poros dilatados, puntos negros, exceso de brillo o textura irregular, así como para quienes buscan potenciar otros tratamientos estéticos o preparar la piel antes de procedimientos con láser o bioestimuladores.
También es ideal para pieles cansadas o expuestas a contaminación, ya que restaura su vitalidad y luminosidad.

Cuidados Pre-Tratamiento

Evitar el uso de maquillaje, ácidos o retinoides 24 horas antes.
No realizar exfoliaciones caseras o tratamientos agresivos previos.
Mantener la piel limpia y sin productos oclusivos antes de acudir a la cita.

Cuidados Post-Tratamiento

No exponerse al sol ni realizar actividad física intensa durante 24 horas.
Aplicar protector solar SPF 50+ todos los días.
No usar maquillaje ni productos irritantes hasta el día siguiente.
Hidratar la piel con productos suaves y calmantes

¿Qué esperar?

La sesión dura entre 45 y 60 minutos y se realiza en un ambiente cómodo y relajante.
Durante el proceso, se puede sentir una ligera sensación de calor o presión al momento de las extracciones, pero el procedimiento es totalmente tolerable y seguro.
Al finalizar, la piel puede lucir ligeramente enrojecida, efecto que desaparece en pocas horas.
De inmediato, se percibe una mejor textura, suavidad y frescura, así como una sensación de limpieza profunda.
Con sesiones regulares, la piel se vuelve más uniforme, luminosa y equilibrada.

Mantenimiento

Se recomienda realizar una Limpieza Facial Profunda cada 4 a 6 semanas para conservar la piel sana y luminosa.
En pieles grasas o con tendencia acneica, puede realizarse cada 3 semanas.
Complementar con tratamientos hidratantes, peelings suaves o máscaras revitalizantes potencia sus beneficios y prolonga los resultados a largo plazo.

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